Las personas con dispepsia presentan ardor, pérdida del apetito, náuseas, eructos e incluso mal aliento.
El aparato digestivo que se extiende desde la boca hasta el recto, no sólo se encarga de recibir los alimentos, procesarlos (digestión), pasarlos por absorción al torrente sanguíneo y eliminar los restos, sino que también recibe c
iertas "sensaciones" que pueden ser descritas con frecuencia en nuestro estómago.Estudios recientes han demostrado que factores psicológicos -como la ansiedad- pueden ser la causa de otros síntomas estomacales, tales como la gastritis e incluso las úlceras. Es tanta la conexión entre el cerebro y el sistema digestivo, que a veces se necesita de una valoración psicológica para diagnosticar estos problemas ya que, hasta un 50% de las personas que sufren un trastorno digestivo, son el resultado de ansiedad, depresión u otro trastorno mental tratable.
Sintiendo: más o menos
Algunos trastornos digestivos pueden afectar simultáneamente a muchas partes del sistema digestivo. Diarrea, estreñimiento, hemorragia y regurgitación o reflujo (regreso del contenido gástrico hacia el esófago sin que haya náuseas) sugieren la existencia de un trastorno digestivo.
Cierta
s personas describen padecer de “indigestión” como un término impreciso para referirse a cualquier trastorno digestivo, porque cubre una gran variedad de problemas como dispepsia, náuseas y vómitos, reflujo y sensación de tener una masa en la garganta o sensación de globo, similar a la sensación que se experimenta durante acontecimientos que desencadenan tristeza, ansiedad, enfado, orgullo o felicidad. En el caso de la dispepsia –que también podría ser manifestación de una enfermedad mayor como cáncer gástrico- lo recomendable es asistir a un especialista para que haga el diagnóstico y comience tratamiento bajo la estricta vigilancia de los médicos.
Video: El aparato digestivo
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